CIUDAD DE MEXICO, México. 22 Abr. 2015.- Este jueves 23 de abril se llevará a cabo la última audiencia judicial en el caso de los hermanos Luis Alfonso, Simón y José Regino González Villarreal, sentenciados a muerte hace tres años en Malasia por los delitos de producción y tráfico de narcóticos, luego de ser detenidos en 2008.
El objetivo de la audiencia será escuchar los argumentos sobre el último recurso de apelación que presentó su defensa en diciembre pasado ante la Corte Federal de Malasia.
Los hermanos González Villarreal nacieron en el estado de Sinaloa y desde niños trabajaban en la ladrillera de su padre en el barrio de Loma de Rodriguera en Culiacán.
Se levantaban a las cuatro de la mañana para llegar media hora después al negocio familiar para batir el lodo, colocarlo en moldes y esperar que se secara para 'desorillarlo' y 'cantearlo' antes de meterlo al horno.
De acuerdo con sus propias declaraciones ante la corte de Malasia, el primer viaje a ese país asiático lo realizaron en septiembre de 2007 y sólo lo hicieron Simón y Regino, tras la promesa de ganar dinero que les hizo un sujeto de origen chino-malasio conocido como "Richard" a quien habían conocido en octubre del 2006 y quien les aseguró que por operar maquinaria en los puertos malasios ganarían entre 3 mil 500 a 4 mil ringits al mes, unos 17 mil pesos mexicanos.
Al no obtener el trabajo prometido, Regino decidió cruzar el golfo de Tailandia para buscar trabajo en otro país, desplazándose hacia Vietnam, en donde le ofrecieron un puesto de estibador en el puerto de Ho Chi Minh, donde ganaba 30 dólares al día por descargar contenedores.
Sin embargo una redada en busca de indocumentados le hizo volver a Malasia y, de ahí, a Culiacán con su hermano Simón, a donde llegaron en 2007.
A principios de 2008, "Richard" los volvió a localizar y de nuevo les ofreció un empleo en Johor Bahru. En febrero, Regino viajó ahora con sus hermanos Luis y Simón hacia Malasia para trabajar en un puerto cercano a la frontera con Singapur.
Pero el 4 de marzo fueron detenidos durante una redada policiaca en donde se incautaron 29 kilos de metanfetaminas valuados en 15 millones de dólares. En el operativo también fueron detenidas otras dos personas, un hombre malasio y otro de Singapur, quienes al igual que los mexicanos fueron acusados de narcotráfico.
Esa misma noche la familia recibió la noticia en Sinaloa. Sus padres empeñaron su casa en 47 mil pesos para viajar desde Culiacán a la ciudad de Kuala Lumpur, Malasia.
La familia González Villarreal dijo que en un principio sus hijos no contaron con ningún apoyo consular ni tuvieron traductor durante las primeras audiencias, además de que no tenían antecedentes penales en Sinaloa.
Los imputados aún pueden recurrir a la clemencia del Tribunal Federal y como última instancia a solicitar el perdón del Rey.
Los últimos extranjeros occidentales ejecutados en Malasia fueron los australianos Barlow y Chambers en 1986 por tráfico de heroína.
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