PARÍS, Francia. Abr. 15, 2015.- El Barcelona dio un paso decisivo para regresar a las Semifinales de la Liga de Campeones tras aniquilar al París Saint-Germain en el Parque de los Príncipes (1-3) en la ida de los Cuartos de Final, gracias a un tanto del brasileño Neymar y dos obras de arte del uruguayo Luis Suárez.
Los "otros" componentes del tridente del Barcelona fueron los encargados de sustituir a Messi como marcadores y llevar al luminoso la superioridad mostrada en el campo por los catalanes.
Si la semana próxima confirma en el Camp Nou, el Barça alcanzará su octavas Semifinales en nueve años, tras haber quedado eliminado el año pasado en Cuartos, ante el Atlético de Madrid.
El Barcelona tomó el Parque de los Príncipes donde el PSG acumulaba 33 duelos europeos sin conocer la derrota, que el público parisiense no había conocido desde 2006.
Disminuido por las bajas de los sancionados Zlatan Ibrahimovic y Marco Verratti y del lesionado Thiago Motta, el PSG dijo prácticamente adiós a sus opciones de alcanzar, por segunda vez en su carrera, el penúltimo escalón de la Liga de Campeones
Fue una victoria de prestigio de un Barcelona que demostró que en Europa se crece y ofrece su mejor versión.
El Barcelona dominó ante un rival que le dejó la manija del partido, todo lo contrario de lo que habían propuesto la víspera, cuando un Blanc brabucón prometió mantener su estilo.
Al minuto 18 un error del joven Rabiot dejó a Messi en buena situación para buscar el desmarque de Neymar que, solo ante Sirigu, no perdonó. El gol reivindicó al brasileño, que venía de la mala imagen que había dado tras ser cambiado el pasado sábado en Sevilla y que le convierte en la bestia negra del PSG esta temporada, cuando le ha marcado en los tres duelos.
En una de las escasas estiradas de los franceses, que dejaron espacios, llegó en el minuto 67 la obra de arte de Suárez, un tanto pleno de fuerza, de fe, de velocidad y de ambición. Eliminó a todo defensa que le salió al paso, a David Luiz, a Marquinhos, a Maxwell, para quedarse solo ante Sirigu y batirle. Premio merecido para una gran jugada.
Tras una tibia reacción de Cavani, que obligó a lucirse a Ter Stegen, los franceses se entregaron. Bajaron los brazos y se pusieron a merced del Barcelona, que se vistió el traje de contragolpe, una versión en la que reapareció el mejor Suárez para morder a la defensa parisiense en otra jugada de calidad. Túnel a David Luiz para encontrar espacio en la medular del área y colocar el balón en la escuadra, lejos del alcance del meta italiano.
Cuando el partido parecía terminado y la eliminatoria sentenciada, una carambola permitió a los franceses reducir la diferencia. Un disparo lejano de Van der Wiel lo intentó despejar Mathieu, que había sustituido a Rakitic, y despistó a Ter Stegen.
Los "otros" componentes del tridente del Barcelona fueron los encargados de sustituir a Messi como marcadores y llevar al luminoso la superioridad mostrada en el campo por los catalanes.
Si la semana próxima confirma en el Camp Nou, el Barça alcanzará su octavas Semifinales en nueve años, tras haber quedado eliminado el año pasado en Cuartos, ante el Atlético de Madrid.
El Barcelona tomó el Parque de los Príncipes donde el PSG acumulaba 33 duelos europeos sin conocer la derrota, que el público parisiense no había conocido desde 2006.
Disminuido por las bajas de los sancionados Zlatan Ibrahimovic y Marco Verratti y del lesionado Thiago Motta, el PSG dijo prácticamente adiós a sus opciones de alcanzar, por segunda vez en su carrera, el penúltimo escalón de la Liga de Campeones
Fue una victoria de prestigio de un Barcelona que demostró que en Europa se crece y ofrece su mejor versión.
El Barcelona dominó ante un rival que le dejó la manija del partido, todo lo contrario de lo que habían propuesto la víspera, cuando un Blanc brabucón prometió mantener su estilo.
Al minuto 18 un error del joven Rabiot dejó a Messi en buena situación para buscar el desmarque de Neymar que, solo ante Sirigu, no perdonó. El gol reivindicó al brasileño, que venía de la mala imagen que había dado tras ser cambiado el pasado sábado en Sevilla y que le convierte en la bestia negra del PSG esta temporada, cuando le ha marcado en los tres duelos.
En una de las escasas estiradas de los franceses, que dejaron espacios, llegó en el minuto 67 la obra de arte de Suárez, un tanto pleno de fuerza, de fe, de velocidad y de ambición. Eliminó a todo defensa que le salió al paso, a David Luiz, a Marquinhos, a Maxwell, para quedarse solo ante Sirigu y batirle. Premio merecido para una gran jugada.
Tras una tibia reacción de Cavani, que obligó a lucirse a Ter Stegen, los franceses se entregaron. Bajaron los brazos y se pusieron a merced del Barcelona, que se vistió el traje de contragolpe, una versión en la que reapareció el mejor Suárez para morder a la defensa parisiense en otra jugada de calidad. Túnel a David Luiz para encontrar espacio en la medular del área y colocar el balón en la escuadra, lejos del alcance del meta italiano.
Cuando el partido parecía terminado y la eliminatoria sentenciada, una carambola permitió a los franceses reducir la diferencia. Un disparo lejano de Van der Wiel lo intentó despejar Mathieu, que había sustituido a Rakitic, y despistó a Ter Stegen.
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